Hemos hablado en otras oportunidades de la imprescindible hidratación (2 litros de agua mineralizada por día), la importancia de la ingesta de verduras y vegetales, vitaminas, los minutos (30 como mínimo) de dedicación personal para relajarnos y disfrutar de un momento en armonía.
Entre las sustancias que son fundamentales para nuestro organismo, no debemos olvidar el calcio. Es conocida la importancia de este mineral para gozar de una buena salud pues constituye un elemento irreemplazable de huesos y dientes, pero pocos saben que el calcio también cumple un rol decisivo en el funcionamiento de músculos y la vitalidad de la piel.

La afección más difundida por la carencia de calcio es la osteoporosis que luego de los 35 años se torna irreversible, con el incremento notable del riesgo de sufrir fracturas, a menos que se incluyan suplementos del mineral en la dieta cotidiana.
Entre los productos con mayor contenido de calcio, los más recomendables son los lácteos en todas sus formas: yogurt, quesos, leche y sus derivados. Pero no son los únicos. También las legumbres, los mariscos, los frutos secos (nueces, almendras y cacahuates en especial) y las verduras de hoja como la acelga, los cardos y la espinaca, al igual que el brócoli, son importantes proveedores de calcio.
En sucesivas entradas te iremos informando sobre las distintas vitaminas y minerales que resultan esenciales para mantener el balance natural de nuestro cuerpo y lograr que la belleza no sólo sea una cuestión externa, sino un saludable ejercicio de buenos hábitos de alimentación.
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