La belleza abre las puertas... de la discriminación

Es probable que conozcas a alguien, o tú misma hayas sufrido algún episodio de "discriminación laboral". Aunque las leyes en los países más desarrollados prohíben expresamente la contratación de personal atendiendo a estándares de raza, sexo, edad, color, religión, estado civil, nacionalidad, etc. y establecen claramente que el único requisito a cumplir es la idoneidad para un puesto determinado, la realidad indica que este tipo de "selección" continúa siendo una práctica vigente.

"Se solicita señorita, soltera, entre 20 y 25 años, 1.65 de estatura mínima, buena presencia para puesto de telefonista..." De seguro has visto avisos de esta naturaleza en periódicos de cualquier lugar del mundo. ¿Qué importancia tiene la estatura de una persona que atenderá el teléfono? Pues lo mismo se preguntan muchas mujeres a diario cuando ven frustradas sus aspiraciones a un empleo que les permita realizarse profesionalmente o sostener sus hogares.

Desde los inicios de este blog hemos bregado por la difusión de consejos y técnicas relacionadas con el mundo de la belleza, pero siempre entendiendo a la belleza como el resultado integral de ciertas conductas personales sumadas a una apariencia cuidada y saludable.
Es innegable que la belleza te abre puertas, pero nuestros artículos van especialmente dirigidos a aquellas mujeres que no son "bellas de nacimiento", sino a mujeres comunes que pueden encontrar la belleza en el camino de la realización personal y la estética más accesible.

Una apariencia prolija denota un comportamiento personal idéntico. Mal podría pensarse de una persona que no tiene el menor cuidado para sí misma y pretende cuidar intereses externos, como pueden ser los de una empresa. Un vestuario acorde a la circunstancia, un cabello prolijo y recogido, manos exfoliadas y nutridas, uñas recortadas y barnizadas, un maquillaje tenue, pueden hacer una gran diferencia a la hora de obtener un empleo.

Nuestros consejos apuntan hacia ese objetivo: el de una mujer "al natural" que observe y cuide su propia estética, que demuestre interés por superarse y crecer. Entonces la belleza será el resultado de lo que haga con su propia vida en el contexto de una realidad discriminatoria y feroz como la que nos toca afrontar en este nuevo siglo.