lunes, 23 de junio de 2008

Cigarrillo y belleza, opuestos contradictorios

Es muy probable que si te hayas leyendo este post sea porque buscas consejos para incrementar tu vitalidad, belleza y salud. Cuéntame, ¿a qué cosas estarías dispuesta a renunciar a cambio de más belleza y salud? No, no te preocupes, no soy Satán comprándote el alma (como en el inolvidable Fausto), piensa con calma y responde... ¿Dices que todo?

¿Y qué si te pidiera que dejaras el cigarrillo para siempre en este mismo instante? Mmmm... suena difícil.
Aunque los fumadores conocen los daños irreparables que este vicio provoca en el organismo, no son muchos los que abandonan el hábito diariamente, por el contrario, son más los que se suman a la fila de fumadores, y cada vez a menor edad.

Es cierto que resulta complicado abandonar un vicio generado por la ingesta de sustancias altamente adictivas, pero debes recordar que no es imposible. La primera pregunta que debes responder es ¿quieres dejar de fumar?. Debes estar absolutamente convencida pues de lo contrario, tu cerebro boicoteará tu decisión y los resultados serán tan efímeros como tu voluntad. Si en cambio, has tomado conciencia de que cada vez que prendes un cigarrillo tienes menos tiempo de vida para disfrutar con tus hijos y los seres que amas y te aman, pues entonces será algo más simple para tí. Muchas personas aseguran "querer" dejar el cigarrillo, inician tratamientos y luego fuman "a escondidas". ¿A quién engañan?.

Una vez tomada la decisión debes escoger el método que mejor se adapte a tu volumen de adicción, disciplina, comodidad, etc. En la actualidad es posible adquirir cientos de métodos de diferente eficacia: desde chicles o parches, hasta láser en el hipotálamo o hipnosis.

Lo que nos interesa contarte hoy es que además de provocar engrosamiento arterial, predisponer a variados tipos de cáncer (bucal, faríngeo, laríngeo, pulmonar, etc.), disminuir la capacidad respiratoria, la memoria, la libido y los reflejos, aumentar a niveles impensados el riesgo de muerte súbita por afecciones cardiovasculares, entre otro sinnúmero de efectos; decíamos, que el cigarrillo es un enemigo mortal de la belleza exterior.

Está comprobado que las personas que fuman poseen una piel más gruesa, poros más dilatados y cierto tinte grisáceo que le quita vitalidad al rostro. La disminución en el intercambio de oxígeno celular producido por la ingesta de alquitrán, quita oxigenación a los tejidos dándoles el aspecto ajado y "avejentado" propio de quienes fuman. Las manos se manchan irreversiblemente con la nicotina que desprende el filtro del cigarrillo y aparecen manchas amarillas en dedos y uñas, muy difíciles de eliminar.

Los radicales libres que produce el tabaco al quemarse, afectan la cubierta exterior de los cabellos opacándolos y resecando su aspecto, amén de profundizar arrugas y manchas cutáneas.

Podría continuar dándote una lista larguísima de los efectos que el tabaquismo tiene en la apariencia de las personas, pero lo importante es que tú tomes la decisión. Nadie podrá tomarla por tí. Para amar a tus hijos, a tu familia, a tus amigos, primero debes amarte a tí misma. Y eso incluye no agredir tu organismo en un lento suicidio. Piénsalo...

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