Ser bella después de los 50

Si hacemos un ejercicio de memoria, recordaremos con facilidad a nuestras madres y abuelas cuando habían traspasado la barrera de los 50 años. Simplemente entraban en una etapa de "vejez prematura" y no sólo en su estética, sino también en su mentalidad. Consideraban que su vida estaba "hecha", que su misión en la vida había sido criar a sus hijos y educarlos, en fin, un gris panorama pues los 50 habían llegado, inexorables, a marcar el final de sus vidas.

¡Qué lejos estamos de eso! Hoy en día, una mujer de 40, 45, 50 ó 55 años se encuentra en la plenitud de su vida activa. Y ésto no sólo se lo debemos a la medicina moderna que ha extendido en más de 30 años el promedio de vida de las personas, sino a un cambio en la mentalidad de las mujeres que poseen proyectos más allá de sus familias, planes propios que las realizan como seres humanos activos y útiles para la sociedad en la que viven.

Si vemos a la mujer de 50 años actual, parecerá la hija de aquella que nuestra propia madre fue a esa edad. Hoy en día esas mujeres son profesionales, empleadas o empresarias, que han encontrado en su vida un motivo para seguir adelante, sueños que alcanzar, metas que lograr. Y es evidente que allí reside el secreto de la "juventud eterna". Alguien dijo una vez que la vida se termina cuando ya no puedes amar. Me atrevo a decir que la vida se termina cuando ya no tienes sueños que perseguir.
El matrimonio, los hijos, la casa con tejado rojo y el columpio en el porche, quedan muy bien en las películas. Pero ya no son la meta adorada de las mujeres del siglo XXI. Tal vez muchas de ustedes, lectoras, hallen en esa imagen un ideal a concretar, y está muy bien, porque se trata de una elección personal. Hace décadas no había opción, era eso o el fracaso.

No importa si persigues una "pequeña casa en la pradera" o el cargo ejecutivo del centro mundial de comercio de Malasya, en cualquier caso, vas detrás de un objetivo y eso es lo que te mantiene vital. El secreto radica en renovar día a día los sueños, en elegir cada día sólo aquello que nos da placer y alegría en la vida.

Haz una lista con tus deseos más íntimos y ponte en acción para volverlos realidad. Verás como la juventud vuelve a tu mirada...