Las múltiples actividades cotidianas nos obligan a permanecer sentados o de pie durante muchas horas al día, cargar pesados objetos o realizar extenuante actividad intelectual. Y los efectos nocivos de tales prácticas tienen un sólo destinatario: nuestro cuerpo. Las tensiones y contracturas musculares se multiplican, las articulaciones se resienten y los movimientos se limitan.¿Quién no ha sufrido un insoportable dolor de cuello o espalda? Los expertos aseguran que el 74% de la población mundial vive con dolor de espalda crónico. Y sin dudas esto afecta nuestro rendimiento laboral y nuestra interacción social. ¿Hay solución? Definitiva no, pero se pueden paliar las consecuencias al tiempo que pensamos en cambiar nuestros hábitos laborales y de vida en general.
Una de las maneras más eficaces de disminuir los efectos de la cotidianeidad sobre nuestros músculos y células es la masoterapia. Está comprobado que un masaje aporta importantes beneficios a la irrigación sanguínea y por consiguiente a la "alimentación" celular, pero también tiene otros beneficios comprobados:
- Alivia o soluciona problemas circulatorios y produce una mayor oxigenación en la sangre contribuyendo a aumentar la cantidad de glóbulos rojos y blancos.
- Produce una liberación masiva de endorfinas que son las encargadas de aliviar dolores y provocar sensación generalizada de bienestar.
- Mantiene los músculos flexibles quitando tensiones y dolores articulares.
- Reduce significativamente los niveles de estrés, combate la depresión y eleva la autoestima.
- Mejora el estado de la piel eliminando toxinas.
- Estimula el aparato digestivo y respiratorio.
- Disminuye la celulitis acelerando el drenaje linfático.
Un buen masaje, realizado por profesionales idóneos es irreemplazable en el tratamiento de afecciones articulares y musculares a la vez que nos produce placer y relax.
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