
çEn las últimas décadas, una marcada tendencia hacia la cosmética natural, ha puesto nuevamente a la miel en el centro de la escena, puesto que es un producto apto para todo tipo de piel, relativamente económico, irreemplazable y altamente saludable.
La miel puede utilizarse en su estado más puro y aprovechar al máximo sus propiedades humectantes, cicatrizantes, limpiadoras y antisépticas o bien combinarse con otros productos tal como lo hace la industria cosmética.
Está demostrado que debido al alto contenido de azúcar, la miel soluciona definitivamente problemas de resequedad y brinda una hidratación profunda de la piel. Más específicamente, la jalea real, el alimento que las abejas obreras producen para alimentar a la abeja reina, contiene riquísimas propiedades que no han podido ser reproducidas por el hombre en producto químico alguno. Un elevado contenido de vitamina B, carbohidratos, lípidos esenciales, proteínas, minerales y ácidos grasos, hacen de esta sustancia una fuente inagotable de belleza natural.
Así, entre las principales características de la miel podemos destacar sus propiedades de bálsamo suavizante, antibacterial y antiséptica, humectante, antioxidante, entre otros.

¿Un truco? arroja unas cucharadas de miel al agua de la tina en tu baño de inmersión y nota la diferencia de humectación en tu piel.
1 comentario:
Hola!
Este mes de mayo haremos un seminario sobre medicina estética y tratamientos pioneros. Me encantaría hacerte llegar la información...¿Me podrías facilitar tu dirección de correo electrónico?
Mil gracias!!
Un saludo
(carolina.alvarez@bm.com)
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