Ejercicios de juventud, en casa

Todos anhelamos una juventud prolongada, o al menos que los rastros del paso del tiempo no aparezcan de manera inmediata develando nuestra edad (o más). Sin embargo la agitada vida moderna y un presupuesto limitado son factores que condicionan el acceso a nuevos métodos y tecnologías de rejuvenecimiento.

Pero ¿sabías que con sencillos trucos puedes obtener magníficos resultados? ¿que ejercicios simples pueden marcar una gran diferencia en la apariencia de tu rostro?

Las tensiones cotidianas se manifiestan de manera inconfundible en nuestra cara. El estrés, la contaminación ambiental, las preocupaciones y las líneas gestuales hacen su aparición casi sin que nos demos cuenta, y se quedan allí para siempre... a menos que decidas hacer algo al respecto.

Una de las técnicas más eficientes es el denominado "automasaje". A continuación te daremos algunas claves para que diariamente, con unos pocos minutos en casa, puedas lucir un rostro relajado, luminoso y juvenil.

Uno de los principales beneficios del automasaje es su eficacia en la liberación de impurezas y grasitud de la piel del rostro. También es muy útil para favorecer la absorción de los principios activos de las cremas que utilices. Promueve la regeneración celular, afina la piel de las zonas problemáticas y optimiza la circulación sanguínea.

• Limpia profundamente tu rostro, con agua tibia. Sécate sin restregar. Aplica una crema de limpieza (de preferencia descongestiva) y quita todas las impurezas con una mota de algodón.
• Escoge una de las cremas que utilizas habitualmente y espárcela en tu rostro con movimientos ascendentes.
• Recuerda que tu rostro no termina en el mentón. Aplica también los productos y técnicas en tu cuello y escote.
• Sostén tu piel cerca de tu oreja derecha y con la otra mano realiza movimientos semicirculares hasta la otra mejilla. Alterna los movimientos de cada lado.

• Con ambas manos masajea tu rostro desde el mentón hacia la frente abriendo las manos al llegar a ella.
• Continúa el movimiento anterior descendiendo por las sienes para culminar una vez más en elmentón.
• Realiza estos dos movimientos anteriores varias veces: una vez hacia arriba y la siguiente hacia abajo. Notarás de manera inmediata una profunda relajación de tus mejillas y entrecejo.
• Aplica pequeños pellizcos en tus mejillas. Notarás que se produce un enrojecimiento, es la circulación sanguínea que aumenta en toda la zona estimulando la liberación de toxinas y la producción de colágeno. Hazlo suavemente para no dejar marcas.
• Da pequeñas palmadas con el dorso de tu mano debajo de tu barbilla alternadamente con cada mano. Esto dará firmeza a tu cuello y ayudará a definir las líneas de tu rostro.
• Para finalizar, aplica una loción astringente y un serum revitalizador.

Si realizas estos ejercicios diariamente luego del baño, en poco tiempo sentirás que tu piel luce más vital, fina, luminosa y joven.