Pero tal vez porque no la vemos, o porque resulta difícil acceder a ella, lo cierto es que muchas veces olvidamos la vitalidad y belleza de nuestra espalda.
Recordamos su existencia cuando las contracturas musculares nos invaden en un intenso dolor, o cuando queremos lucir un profundo escote en un espectacular vestido de fiesta. Y nos damos cuenta, con horror, que nos hemos ocupado poco y nada de esa parte del cuerpo que no vemos a diario. Por eso queremos sugerirte una serie de consejos para que luzcas una espalda envidiable:
- En el baño cotidiano, dedícale unos minutos dejando que el agua fluya mansamente por tu espalda y mientras lo hace cierra tus ojos e imagina que el agua se lleva todas tus tensiones y tus músculos se relajan profundamente,
- Cómprate un cepillo exfoliante de mango largo para cepillar diariamente tu espalda bajo la ducha y quitar células muertas,
- Si realizas ejercicios en un gimnasio o practicas yoga, no olvides una buena elongación de los músculos dorsales y la relajación de hombros y cuello,

- No cargues excesivo peso pues las primeras víctimas serán tu columna vertebral y tu espalda,
- Si vas a levantar algún objeto, flexiona tus piernas para llegar hasta él, manteniendo la espalda recta, pues si lo haces inclinándote en 90º puedes provocar lesiones de gravedad en tu espalda, como desgarros o calambres,
- Incluye en tu presupuesto al menos uno o dos sesiones mensuales de masajes, como cualquier parte de tu cuerpo, la espalda requiere "mantenimiento", otórgale la misma prioridad que le das a la atención de tu cabello en el salón de belleza,
- Cuando apliques crema hidratante en tu cuerpo hazlo también en tu espalda, si no puedes, tienes la excusa perfecta para pedirle a alguien que lo haga por tí.
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