
Entre las múltiples cualidades que poseen las algas marinas podemos destacar su riquísima composición en vitaminas, aminoácidos, oligoelementos, proteínas, hierro, potasio, magnesio, iodo, zin, selenio, sodio, etc., por lo que la aplicación sistemática de algas en tratamientos de belleza no sólo produce efectos casi inmediatos en las afecciones cutáneas que podemos ver (arrugas, manchas, etc.) sino que sus beneficios llegan a lo más profundo del organismo con resultados a largo plazo traducidos en una mejor calidad de vida.
Las algas marinas son altamente hidratantes y de gran eficacia en la regulación de iones así como en la optimización del metabolismo celular y en el aumento de las defensas naturales de nuestro cuerpo. No olvidemos que son las encargadas de producir casi el 60% del oxígeno de nuestro planeta.
Existen distintas maneras de disfrutar de sus propiedades curativas: mediante la aplicación externa para que la piel, a través de sus poros, absorba el máximo de nutrientes, o bien ingiriéndolas mediante formas industrializadas constituyendo un producto de gran calidad alimenticia y saludable vitalidad.
Entre las principales formas de aplicación externa podemos mencionar:
Baños: se colocan las algas en tinas para baños de inmersión y liberan todas sus propiedades minerales y oligoelementos en alta concentración.
Envolturas: ya sea mediante el uso de hojas enteras o preparados de algas cortadas o pulverizadas, se realizan envolturas corporales que producen una profunda relajación, remineraliza el cuerpo, elimina toxinas y estimula el drenaje linfático.
Dietas: son alimentos muy completos logrando revertir casos de mala nutrición y alteraciones alimenticias aportando vitaminas y proteínas esenciales.
Cosméticas: regularizan el funcionamiento dérmico, previenen el envejecimiento prematuro y fortalecen los tejidos profundos de la piel devolviéndole lozanía y firmeza.
Existen diversos tipos de algas que iremos presentándote en sucesivos artículos, pero es importante que comiences familiarizándote con esta maravilla de la naturaleza cuyo potencial apenas si comienza a descubrirse y que los expertos consideran está llamado a ser el alimento del futuro y una panacea para cientos de afecciones orgánicas entre las que se cuentan por supuesto el deterioro cutáneo en sus múltiples manifestaciones.
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