Es lógico pensar que los labiales de marcas reconocidas (no citaré ninguna para no herir susceptibilidades) "garantizan" ( o debieran hacerlo) mayor durabilidad y belleza en los labios, sin embargo no siempre es así.
Independientemente de la marca, cuando escojas un rouge deberás guiarte por algunos consejos simples e infalibles. Si logras dar con "esa" marca y "ese" color que pasan la más exigente de las pruebas, aférrate a ella con la devoción de un náufrago al último bote salvavidas del Titanic.Una buena barra de labios deberá superar estas pruebas (y otras que a tí se te ocurran):
- Debe deslizarse por los labios sin necesidad de ejercer presión extrema.
- El color deberá ser parejo durante todo el trayecto.
- Luego de algunas horas de uso, el color deberá mantenerse estable y demostrar su resistencia a la luz, sin perder brillo ni consistencia.
- Como has de llevar tus labios pintados con ese color durante horas, lo mejor será que el producto tenga un agradable aroma (no demasiado perfumado), y un delicado sabor (pues algo de rouge terminará inevitablemente en tu paladar).
- Bajo ningún punto de vista la textura será grasosa o densa, por el contrario, se valorará en extremo aquella barra que deje a su paso una delicada película de color, de buen brillo y adherencia.
- Un buen rouge resiste el brillo que le apliques por encima, sin distorsión de ningún tipo y no se mezclará con éste.
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