miércoles, 30 de julio de 2008

Blefaroplastía, una solución para los ojos tristes

En la búsqueda constante de la belleza existen técnicas naturales y pequeños trucos que pueden ayudar a obtener resultados notables en el mejoramiento de la piel, el cabello y la estética en general.

Pero hay otros casos en los que el paso del tiempo impone medidas más "radicales", como es el caso de arrugas profundas, engrosamiento de labios o implantes mamarios, en los que sólo una cirugía puede ofrecer los resultados que se persiguen. Esto es lo que sucede cuando los párpados lucen "caídos" (puede ser una característica propia del rostro desde el nacimiento) o bien cuando se "caen" por efecto del tiempo, dando lugar a las miradas "tristes" y un aspecto de mayor edad de la real.

La cirugía estética ofrece para estos casos una técnica denominada "blefaroplastía" y consiste en una incisión en el doblez natural de los párpados superiores, o bien justo debajo de las pestañas en el caso de los párpados inferiores.

Una de las ventajas más importantes de la blefaroplastía es que no deja cicatrices externas y su realización demanda dos horas como máximo. Durante la intervención se retira la grasa de la zona y se extirpan los excedentes dérmicos.

Una persona que se somete a una blefaroplastía no requiere internación hospitalaria, pues se realiza con la aplicación de anestesia local y anestesia local. Los profesionales determinarán algún caso en el que sea necesaria una anestesia total, pero son poco frecuentes.

Con posterioridad a la cirugía, el paciente debe permanecer con los vendajes durante 48 horas aproximadamente para favorecer la consolidación de los tejidos y disminuir la inflamación. Luego son importantes los recaudos que demanda cualquier operación: evitar el sol, buen descanso, antibióticos, etc.

Blefaroplastía, una opción más en el amplio universo de la belleza por el bisturí.

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