Ácido Hialurónico, palabras mágicas

Hace ya varios años, un nuevo producto hizo furor entre las estrellas cinematográficas y luego se popularizó pues parecía ser la solución definitiva a las indeseables arrugas faciales. Era el denominado "botox" o "toxina butolínica" cuya principal función era la de "paralizar" ciertos músculos del rostro y por ende evitar la aparición de las huellas del tiempo.

Pero en el mundo de la belleza, lo que hoy alcanza la cima de las preferencias de las usuarias, mañana entra en el olvido. Y esta parece ser la suerte del "botox", en favor del recientemente descubierto "ácido hialurónico".

Como en tantas otras ocasiones, la moda "hialurónica" también proviene del inefable Holywood, donde estrellas como Angelina Jolie y Cameron Díaz, aseguran les ha devuelto la lozanía a su angelical rostro.
Y si a ellas les ha resultado, por qué no habría de hacerlo con nosotras, simples mortales. Entonces hacia esos horizontes nos dirigimos.

El ácido hialurónico fue diseñado en Suecia, país que se encuentra sin dudarlo a la vanguardia de la cosmetología mundial. Sus fabricantes aseguran que será un producto ampliamente preferido por las mujeres (y hombres) de todo el mundo, debido a sus notables resultados y a la ausencia de efectos adversos.

Como se trata de un producto de diseño industrial, y no es de origen animal, el organismo humano tendrá una mejor tolerancia a sus efectos, por lo que promete ser el producto anti-arrugas biocompatible más exitoso del momento.

El ácido hialurónico crea volumen activando desde los niveles celulares al ácido hialurónico propio del cuerpo, lo que resulta en menos arrugas de menor profundidad.

Si quieres más ventajas debes saber que no requiere pruebas dermatológicas previas y su aplicación es muy sencilla en forma de crema, evitando las "molestas" inyecciones que requería el bótox.

Hialurónico parece ser la palabra mágica que conducirá nuestros destinos faciales en los tiempos venideros. Aprovechemos sus beneficios mientras los expertos crean nuevos productos que nos aseguren la anhelada juventud eterna.