Un estudio de la Universidad de Haifa (Israel) demostró los grandes beneficios que dormir algunos minutos en la mitad de la jornada pueden observarse en el comportamiento de nuestro organismo.

- No es necesario que la siesta ocupe gran parte de tu tarde, ni que le dediques varias horas. Nuestro cerebro descansa en "ciclos" de 45 minutos, por lo que lo más recomendable es dormir uno o dos "ciclos" cómo máximo. Si logras obedecer a este reloj biológico notarás que el sueño es más reparador que si duermes, por ejemplo 1 hora.
- Durante el sueño, nuestro cerebro "descarga" la información superflua y excedente, tal como cuando vacías la "papelera" de tu ordenador. Esto permite que los conocimientos, las ideas y los recuerdos se consoliden en las áreas específicas de nuestra corteza cerebral, eliminando todo aquello que no necesitamos.
- La creatividad durante los períodos de sueño se potencia y si te concentras en propiciar un descanso reparador, es probable que al despertar acudan a tu mente esas soluciones que estabas buscando.
- Al dormir, nuestros músculos se relajan y las tensiones desaparecen, incluidos los músculos del rostro. Resultado: menos arrugas.
- Cuando dormimos, nuestra respiración se torna lenta y profunda, con lo que la incorporación de oxígeno al organismo es mayor que durante la vigilia. Las células reciben un aporte más importante del vital elemento y recuperan la vitalidad que la actividad cotidiana les quita.
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