
Con el propósito de eliminar impurezas comenzaremos por limpiarnos la superficie del rostro a través de lociones especiales, dependiendo del tipo de piel que tengamos, y que son fácilmente adquiribles en farmacias o mercados.

El tercer paso es la tonificación, si bien para muchas personas no es demasiado importante y lo pasan por alto, lo cierto es que debemos tenerlo en cuenta y emplear algún tónico que ayude a retirar los productos previamente utilizados.
Finalmente, el último paso es la hidratación, tal vez uno de los puntos más importantes ya que es la clave de una piel saludable y para ello emplearemos lociones que varían según tus características.
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