Subir de peso, también es un problema

Aunque el título pueda espantarte, no son pocas las mujeres que tienen en su vida el estigma de ser extremadamente delgadas. Bien por génetica, por enfermedad o por estrés, la pérdida excesiva de peso puede ser todo un problema. Y al igual que bajar algunos kilos, subirlos también es un desafío difícil de aceptar.

No vamos a sugerirte aquí una dieta o un plan alimentario, pues eso dependerá de cada caso en particular y el único que puede recomendarte una planificación saludable para incrementar tu peso, es un profesional médico de la nutrición. Sin embargo hay otros aspectos vinculados a la dificultad para aumentar algunos kilos que nada tienen que ver con la alimentación:

• Descanso: dormir como mínimo 8 horas, unos minutos de relax luego de las comidas y el tiempo de ocio personal, son fundamentales para que el metabolismo recupere un ritmo pausado y saludable, permitiéndonos asimilar mejor los alimentos y procesar con calma los nutrientes necesarios para mantenernos activos. Descansar saludablemente significa vivir saludablemente también.
• Sustancias nocivas: eliminarlas por completo de nuestra vida puede ser un obstáculo añadido, pero si tienes la firme voluntad de aumentar de peso debes saber por ejemplo que el tabaquismo es un eficiente inhibidor del apetito, por lo cual, si fumas comerás menos y lograrás precisamente el efecto contrario al esperado. También el alcohol y otras sustancias peligrosas atentan contra la alimentación saludable.
• Ejercicio: la actividad física tonifica la masa muscular, incrementándola si es necesario y nos ayuda a eliminar grasas, convirtiendo nuestro cuerpo en un organismo más sano, desintoxicado, vital y fuerte. Esto no significa pasar largas horas en un gimnasio. Con una caminata a buen ritmo, yoga, bailar o simplemente dar largos paseos en bicicleta, el organismo se adaptará a su nueva estructura.
• El poder de la mente: si es necesario convendrá visitar a un profesional de la psiquis, como un psicólogo o un psiquiatra, que nos ayude a comprender el por qué de nuestra situación. En ocasiones una reducción drástica de peso está motivada por una depresión encubierta, un hecho traumático o un modelo que no queremos repetir. Descubrirlo y elaborarlo, es una parte muy importante para alcanzar el éxito.
• Organización: cuando nuestros tiempos se descontrolan, ya sea por motivos laborales o familiares, resulta muy difícil programar los horarios de comidas, de ejercicio, de descanso, etc. Optimizar el tiempo disponible nos ayudará a aprovechar al máximo cada minuto y alcanzar con mayor eficiencia y rapidez el objetivo propuesto.
  
• Cambiar hábitos: esto requiere dedicación y no poco esfuerzo, pero bien vale la pena el intento. Cambia el bus por la bicicleta, el taxi por la caminata, el ascensor por la escalera, las fiestas por un sueño reparador, el cigarrillo por el cereal. Es verdad, no es nada fácil, pero cuando comiences a ver los resultados hallarás la motivación necesaria para seguir adelante sin mayores esfuerzos.