
Al momento de vernos hermosas, hasta las cosas más simples se pueden convertir en elementos de
belleza o
tratamientos para nuestro
bienestar y en esta ocasión veremos cómo una actividad diaria pasa a ser la mejor forma de sentirnos estupendas.
Nos estamos refiriendo más precisamente a los
beneficios que podemos obtener cuando tomamos una
ducha ya que con los siguientes consejos sólo llevará unos minutos estar preparadas para toda la jornada con la
piel en perfectas condiciones.

Para comenzar, realizaremos una mascarilla corporal de acuerdo a tu
cutis ya sea seca o grasa, mientras tanto dejamos que el
vapor del agua llene el cuarto para que nuestros poros se abran y absorban los principios activos de los
productos, para luego realizar una
exfoliación suave con un guante de crin por medio de cuidadosos movimientos rotativos.
Una vez que hemos hecho todo esto continuamos con la
limpieza, y para ese instante buscaremos un
gel tonificante, sería muy bueno si conseguimos los que contienen
agua termal,
algas y
minerales para luego dejar que el
agua fría recorra nuestro cuepor ya que es ideal por su
condición tensora.
Finalmente nos concentraremos en la
hidratación, uno de los puntos más importantes que nos permitirá reconstruir la
capa hidrolipídica, para lo cual emplearemos una
loción con ese propósito con la que masajearemos la zona hasta su absorción. Nada es demasiado cuando queremos vernos radiantes.